Prevención del desperdicio alimentario: Estrategias y soluciones
¿Por qué el desperdicio alimentario? Se trata de una de nuestras principales preocupaciones, porque combatir el desperdicio alimentario es esencial para garantizar la seguridad alimentaria, proteger el medio ambiente y fomentar la sostenibilidad.
Al reducir el desperdicio de alimentos, podemos conservar recursos, disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y aprovechar mejor los alimentos que producimos.
Como ya sabrás, los hogares son responsables de un sorprendente 53% del desperdicio alimentario, con un promedio de 70 kg por persona.
Consulta estos consejos para ayudarte
a reducir el desperdicio de alimentos.
Consejos para reducir el desperdicio de alimentos en casa
Utiliza todas las partes: Usa todas las partes del ave, como los huesos o las carcasas, para hacer caldo casero o aperitivos.
Planificación cuidadosa de las comidas: Planifica tus comidas antes de ir a la tienda, para no comprar de más.
Reutiliza las sobras: Reutiliza las sobras de pollo, pavo o incluso codorniz en platos como sándwiches, ensaladas o sopas en lugar de tirarlas.
Comprende las fechas de caducidad: Comprueba la fecha de caducidad de los alimentos, especialmente las aves que compres, y consúmelos antes de la medianoche de la fecha indicada en la etiqueta.
Sirve porciones más pequeñas: Sirve porciones más pequeñas de comida, incluidas las aves de corral, para evitar comer de más.
Almacena correctamente: Almacena el pollo, el pavo y las aves en general siguiendo las instrucciones del envase y manteniendo la temperatura del refrigerador entre 1°C y 5°C.
Monitorea la despensa y el refrigerador: Monitorea tu despensa y refrigerador para evitar un doble almacenamiento y asegúrate de usar los productos avícolas antes de que se echen a perder.
Practica la regla “Primero en entrar, primero en salir”: usando primero los productos más antiguos para evitar el deterioro.
En 2020, se generaron casi 58 millones
de toneladas de desperdicio alimentario en la UE,
un promedio de alrededor de 131 kg por persona.
En 2020, se generaron casi 58 millones
de toneladas de desperdicio alimentario en la UE,
un promedio de alrededor de 131 kg por persona.
Lo que debes considerar cuando compres en tiendas de alimentación o en el supermercado:
Haz una lista de la compra: Escribe una lista de los productos que necesitas antes de ir de compras para no comprar más de lo necesario. ¡No olvides los productos de carne de ave!
Evita comprar con hambre: Comprar cuando tienes hambre puede llevar a compras impulsivas y comprar más productos de los que necesitas.
Compra la cantidad adecuada: Compra en el tamaño de envase adecuado o elige productos de aves sueltos para evitar comprar en exceso.
Elige cortes magros: Al seleccionar carne de aves de corral, es mejor elegir cortes magros y evitar productos procesados que son altos en grasa y sodio.
Considera productos imperfectos: Busca productos avícolas imperfectos, aquellos con descuento, que aún son frescos, perfectamente seguros y nutritivos.
Congela o cocina antes de la fecha de caducidad: Si el pollo está a punto de caducar, congélalo en bolsas para congelador para conservarlo hasta por diez meses o cocínalo y guárdalo en un recipiente hermético en el refrigerador durante un día o dos.
El desperdicio alimentario a nivel del consumidor
tiene un mayor impacto ambiental por kilogramo en
comparación con los desperdicios generados
durante la producción.
También podemos controlar mejor el desperdicio en el colegio o en el trabajo:
Elige porciones razonables: Cuando comas en el colegio, universidad o en el trabajo, pide el tamaño de porción correcto para que quede la menor cantidad posible.
Controla los productos refrigerados: Vigila la nevera compartida en el trabajo o en la escuela para asegurarte de que los productos no se olviden y se desperdicien.
Comparte consejos: Comparte consejos para evitar el desperdicio alimentario con colegas o compañeros de clase para fomentar la acción colectiva.
Los consumidores pueden reducir
significativamente el desperdicio de alimentos y maximizar
la nutrición tomando decisiones informadas.
¿Y en las cafeterías, restaurantes y hoteles?
Opta por porciones más pequeñas: Cuando comas fuera, elige porciones más moderadas para reducir la probabilidad de que la comida se desperdicie.
Llévate las sobras a casa: Si no puedes terminar tu plato, pide llevarte las sobras a casa para disfrutarlas más tarde.
Ajusta tus expectativas alimentarias: Sé consciente de que la disponibilidad de alimentos puede variar a lo largo del día, especialmente en cafeterías y hoteles, y ajusta tus expectativas en consecuencia.